Míchel Valderrama: «Acá todos tienen capacidad»

Oriundo de Curicó, este profesor de Historia es parte de la Comunidad de Novo Horizonte desde el año 2010.

«Me preocupan harto los jóvenes, no sólo en lo pedagógico, también en lo humano», nos cuenta Valderrama, quien nos revela su tesoro fuera de las aulas: su colección de discos de vinilo.

Míchel Valderrama, profesor de Historia y quien actualmente ostenta la jefatura del 1°B de nuestro Colegio, es reconocido por su preocupación por sus estudiantes. Está hace cuatro años enseñando su asignatura, pero además «entregando valores», como él mismo reconoce.

«Me preocupo harto de los jóvenes, no sólo del tema pedagógico, también del tema humano, de sus vivencias y problemas. La verdad que hay que tratar de dar consejos que les sirvan, los chiquillos deben saber que más allá del Colegio también hay otras realidades y que esto no termina con el título que sacan de acá», nos cuenta.

«La experiencia acá ha sido muy grata en cuánto a lo laboral, y también por la parte afectiva. Hay algunos alumnos complicados, pero nunca he tenido un problema. Sólo hay que intentar inculcar valores, además del aprendizaje que hay que entregar».

El profesor Míchel es oriundo de Curicó, y apenas salió de la enseñanza media, arribó a Santiago a estudiar Pedagogía, para luego dedicarse a enseñar. Sabe de los sacrificios de seguir una carrera universitaria, pero también es consciente de las dificultades de muchas familias para enviar a sus hijos a la Educación superior. Pero para él, «todos tienen capacidades de seguir estudiando».

«Los chiquillos vienen de realidades complejas. Es difícil, pero uno tiene que utilizar su experiencia de vida y su profesión para sacarlos adelante. No hay que ser tampoco autoritario, lo importante es que haya respeto. Creo que todos tienen las capacidades para seguir estudiando. Hay siempre cositas que pueden tomar y ser grandes profesionales y personas. Me he mantenido muchos años acá por los alumnos, que son lo más importante», opina.

¿Cree que el Colegio Novo Horizonte ha tenido un crecimiento desde que ud. llegó hasta ahora?

«Claro, a nivel macro creo que se han evolucionado algunos aspectos, sobre todo el tema de los espacios, que han crecido. Ahora también con los Talleres de la Ley SEP, hay más movimiento hacia los intereses de los alumnos. Son buenas instancias para los chiquillos, son cosas que sirven para el diario vivir. Han creado más espacios y eso es muy positivo. Se ha invertido, se han creado áreas verdes, que son lugares de encuentro y eso le da un poco de identidad al colegio».

¿Y en qué falta seguir creciendo?

«Falta un poco de identidad, creo que estamos un poco débiles en eso. La misión de uno como profesor es ésa, y se también que hay colegas que tratan de sacar adelante la tarea».

COLECCIONISTA DE VINILOS

El profesor Míchel es un férreo defensor de la enseñanza de la historia, incluso en un Colegio técnico como Novo Horizonte: «La historia es cultura general, y siempre les digo que deben saber para que no los engañen en temas laborales, culturales y que tengan una noción de los temas históricos. La historia está siempre ahí», señala.

Pero hay otro tema que también despierta los intereses de este Docente. Se trata de la música, actividad de la que se declara hace años «fanático», pese a no practicar algún instrumento o pertenecer oficialmente a una agrupación musical.

«Mi gran deuda es no haber aprendido a tocar un instrumento. Me gusta mucho el bajo y sé que no es tarde para aprender. Pero la verdad que me gusta mucho la música, soy fanático del rock y mi banda favorita es Pink Floyd».

¿Es cierto que tiene una colección de discos de vinilo?

«Claro, colecciono vinilos, que es un hobby lindo, pero un poco caro. Ya tengo unos 70 discos, en español y en inglés. Mi joyita es la Cantata Santa María y cuido mucho la discografía de Pink Floyd».

¿Cuál sería un lindo sueño a cumplir para el futuro?

«Mi sueño siempre fue volver a mi tierra y hacer clases donde estudié en la Educación media (Liceo Luis Cruz Martínez de CUricó). Afortunadamente se logró, era una deuda que tenía y que pagué, porque trabajé dos años ahí. Fue una experiencia muy bonita y mi idea ahora es volver, pero no sólo como profesor, sino tener más injerencia en las decisiones que se tomen en el Liceo».